Ser diagnosticado de diabetes no es nada fácil porque impone una carga psicológica y emocional en pacientes, familiares y cuidadores. Incluso, si estos sentimientos no se controlan adecuadamente pueden impactar de forma negativa en el tratamiento de la enfermedad.
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De acuerdo con el estudio realizado por la International Diabetes Federation, muchas personas que padecen diabetes desarrollan trastornos psicológicos graves que deben ser tratados con especialistas.
Los investigadores detallan que las personas que son diagnosticadas con diabetes viven etapas psicológicas similares al duelo, por lo que experimentan emociones como la incredulidad, negación, ira y depresión.
¿Por qué pasa?
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Diabetes.co.uk, the global diabetes community detalla que los altos niveles de hemoglobina glicada (mezcla de hemoglobina con la glucosa) se asocian con síntomas físicos como hiperglucemia y cambios en el estado de ánimo.
Por ello, los pacientes de repente experimentan altos niveles de descontento, depresión, tensión y fatiga, lo que ocasiona una mala calidad de vida.
Para controlar estas emociones, lo mejor es llevar un buen tratamiento de diabetes y combinarlo con terapias de atención plena o meditación.
La Asociación Mexicana de Diabetes recomienda ver a la enfermedad como “un reto y una oportunidad para cambiar los hábitos, mejorar la calidad de vida y cuidar más la salud”.
Fuente: http://bienestar.salud180.com/
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