Cuando escuchamos la palabra “grasa”, lo primero que viene a nuestra mente es algo desagradable, insalubre y que contribuye a la obesidad. De todas formas, lo cierto es que el cuerpo necesita de algunas grasas saludables para funcionar correctamente, en especial en lo relacionado con lo cardiovascular.
La mayoría de las grasas saludables se obtienen a través de la comida, pero muchas veces su ingesta no alcanza la cantidad recomendada. Para lograr una buena dilatación y contracción de los vasos sanguíneos, por ejemplo, es imprescindible agregar estos componentes a nuestra dieta.
¿Cuáles son las cuatro grasas imprescindibles?
Omegas 3 y 6: estas dos grasas se deben ingerir en conjunto, porque la proporción de cada una es importante. Los expertos de la Universidad de Murcia recomiendan 5 a 10 gramos de Omega 6 por cada 1 gramo de Omega 3.
Los efectos de estas sustancias son muy beneficiosos para la salud del corazón, pues reducen el peligro de muerte por ataques cardíacos y el riesgo de sufrir síndrome coronario agudo. También contribuyen a la reducción de problemas vasculares, accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. Tienen un efecto protector de coagulación, el metabolismo y las paredes de las arterias.
También poseen propiedades antiinflamatorias, ayudan a mejorar los problemas intestinales y la artritis reumatoide. Además, el índice de maduración neurológico de los bebés es mayor si la madre ha consumido estas grasas durante el embarazo.
Los omegas 3 y 6 se consiguen comiendo pescados azules (en especial salmón, atún y sardina); frutos secos; aceites de soja, trigo y girasol y lácteos enriquecidos.
Omega 7: esta grasa es ideal para mejorar el aspecto de la piel, y todos sus beneficios son dermatológicos. Por ejemplo, se aconseja para personas con dermatitis, psoriasis y eccemas. De todas formas, hay que ser cuidadosos, porque no se trata de un ácido graso esencial y el cuerpo tiene la capacidad de producirlo siempre que cuente con ácido palmítico.
El problema está en que el aceite de palma, que es el mayor exponente del ácido necesario, está dentro del grupo de las grasas saturadas y su ingesta debe ser limitada pues fomenta el sufrimiento de cardiopatías coronarias y contribuye a la acumulación de placa en las arterias. Lo bueno es que esta grasa se puede aplicar de manera externa.
Omega 9: consumido mediante el aceite de oliva crudo o las nueces, este componente tiene la habilidad de deshinchar los casos de colitis ulcerosas y enfermedad de Crohn. Equilibra la producción de los mediadores químicos que inflaman ciertas áreas del cuerpo y tiene propiedades saludables para el sistema cardíaco.
Fuente:www.lr21.com
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