lunes, 8 de febrero de 2016

¿ES BUENO O MALO PONER EL DESPERTADOR MÁS TEMPRANO PARA QUE SUENE CADA 5 MINUTOS???...interesante!...


Foto: Carlos Loría - LARED21.

Retrasar la alarma una vez que suena para que vuelva a sonar cada cinco minutos puede alterar el reloj biológico perjudicando a quienes lo hacen.



Desde que usamos los celulares para despertarnos un gran porcentaje de la población elige la opción de ponerlo media hora antes, o más, de la hora deseada para despertar para que suene en intervalos de cinco minutos durante ese tiempo en vez de solamente poner la hora exacta para levantarse.
Ahora, ¿es positivo o negativo para nuestra salud la opción de retrasar la alarma?
Científicamente se ha vinculado a lo que se conoce como inercia del sueño, que significa un estado de somnolencia y desorientación que se produce cuando nos despertamos de forma abrupta tras un sueño profundo.
El vicepresidente de la Sociedad Española del Sueño, Juan José Ortega explica que es el mismo efecto que se produce tras una larga siesta, ya que cuando descansamos más de la cuenta a media tarde somos capaces de lograr un sueño profundo, y el problema surge cuando se pasa al estado de vigilia sin tránsito, sin pasar por los ciclos que nos preparan para despertarnos.
Las fases del sueño

Oretga expresa que “cuando dormimos, lo habitual es que acabemos o completemos entre cuatro y seis ciclos por noche. En la madrugada está la fase REM, y tenemos una densidad del sueño mayor.  Cuando nos despertamos, lo hacemos en el último ciclo REM o en un estado de sueño más superficial”.
El especialista explica que el ritmo circadiano, el reloj biológico, puede verse alterado por la práctica de retrasar la alarma, ya que de alguna manera estamos engañando al despertador interno: “nuestro organismo se prepara para despertarse dos horas antes de la hora. Primero, se alcanza el pico más bajo de temperatura corporal; luego desciende la melatonina hasta el nivel más bajo, que pasa a las ocho de la mañana, y sube el cortisol”.
Por su parte el director médico del Centro de Trastornos del Sueño en Prescott Valley, Arizona, Robert S. Rosenberg explica en su sitio web de consultas que el hecho de retrasar la alarma provoca dos efectos negativos: “Por un lado, está fragmentando un sueño adicional, que acaba siendo de poca calidad. Por otro lado, se incita al cuerpo a entrar en un nuevo ciclo del sueño sin tiempo suficiente para completarlo. Por ello, esto puede ocasional somnolencia persistente durante el día”.
Consecuencias

Rosenberg describe el estado de quienes retrasan la alarma y la hacen sonar cada cinco minutos y explica que “se ralentiza su capacidad para tomar decisiones; hay un deterioro en la memoria y, en general, se ve perjudicado su rendimiento”.


Fuente: www.lr21.com

Comentarios Facebook