domingo, 10 de enero de 2016

TIENES HEMORROIDES???...conócelo aquí.......



Las hemorroides son un tema sobre el cual apenas se habla, pero que afecta a muchas personas. Además, para ser exactos, todos tenemos hemorroides. Anatómicamente, las hemorroides son plexos, cojinetes o almohadillas de tejido submucoso donde están contenidas las vénulas y arteriolas del conducto anal. Solo son patológicas cuando el flujo de sangre en esta zona de vasos sanguíneos se interrumpe. Se habla de enfermedad hemorroidal cuando hay dilataciones varicosas de las venas hemorroidales.



La consecuencia de estas hemorroides agrandadas son inflamaciones parecidas a nudos en la mucosa anal, que conllevan molestias como picor, dolor, exudado o sangrado de la región anal.

Se estima que más del 50% de las personas mayores de 30 años tienen hemorroides engrosadas que les producen molestias, lo que se llama padecer de enfermedad hemorroidal. En el lenguaje cotidiano se emplea simplemente el término de hemorroides, aun cuando uno se refiere a la enfermedad hemorroidal. No solo la gente mayor se ve afectada por este engrosamiento de las hemorroides, sino también muchos jóvenes.

Las hemorroides con un leve engrosamiento o inflamación no pueden ser vistas ni palpadas por el médico. En estadios más avanzados, las hemorroides sobresalen por el canal anal. Durante el momento de la defecación, y debido al aumento de presión, aparecen para desaparecer después. Al suceder esto, las hemorroides pueden quedar atrapadas en el ano, lo que produce intenso dolor. En una posterior evolución, la hemorroide está permanentemente en el exterior y solo se pueden reintroducir mediante presión por el dedo, o incluso llegan a ser imposibles de reducir.

Las hemorroides se pueden prevenir o aliviar en gran medida aunque la predisposición juegue un papel importante en la aparición de las hemorroides. Empecemos por los hábitos en el WC.
Los síntomas típicos de las hemorroides engrosadas son: sangrados no dolorosos de color rojo vivo en la zona anal. Los pacientes ven habitualmente sangre en el papel higiénico. Además, se añaden molestias como picor, ardor, manchado y sensación de vaciamiento incompleto del intestino..

Las causas para la inflamación de las hemorroides son múltiples. Van desde el estreñimiento con aumento del esfuerzo al defecar, hasta el sobrepeso y una debilidad congénita del tejido conectivo.

Hacer mucho ejercicio y llevar una dieta equilibrada y rica en fibra, puede ayudar a tener deposiciones blandas y regulares, lo que reduce los síntomas que producen las hemorroides. Las pomadas para el tratamiento de las hemorroides y los supositorios que reducen la inflamación pueden ayudar con los síntomas leves. Si la afectación es mayor, los vasos sanguíneos afectados y el tejido inflamado circundante debe ser esclerosado (tratamiento esclerótico, coagulación mediante infrarrojos), ligados o eliminados quirúrgicamente.

Todas las personas tienen anatómicamente venas hemorroidales (del griego haímas: sangre, rhein: fluir). Las hemorroides son una importante estructura del canal anal. Las hemorroides son engrosamientos en forma de nudos de los cuerpos cavernosos del recto, que se encuentran en la parte superior del esfínter del ano. Arterias y venas irrigan estos cuerpos cavernosos.

Zona anal con hemorroides.
Conjuntamente con los esfínteres del ano, las hemorroides cierran la salida externa del intestino. Las hemorroides ayudan al esfínter a permanecer cerrado, formando una especie de válvula, incluso con los aumentos de presión, como por ejemplo, al estornudar o reír. Generalmente engrosan la mucosa en tres “nudos” que se encuentran en la entrada de los vasos a los cuerpos cavernosos.

Los síntomas que se conocen habitualmente como hemorroides deberían ser llamados correctamente enfermedad hemorroidal. Se habla de enfermedad hemorroidal cuando estas hemorroides están aumentadas de tamaño y causan inflamación y molestias.

Ya en la Antigüedad se conocía esta enfermedad. El nombre griego “haimorrhoideis phlebes” significa “arterias por las que fluye la sangre”, y fue adaptado al español antes del siglo XVIII.

Grado de las hemorroides

Las hemorroides se clasifican en 4 grados diferentes dependiendo del grado de inflamación. En cada grado aparecen diversos síntomas:

Grado I de hemorroides
En este estadio aparecen las hemorroides algo aumentadas de tamaño, pero son relativamente pequeñas y no visibles desde fuera. Pueden desaparecer espontáneamente o sin tratamiento especializado y en la mayor parte de los casos no producen ningún tipo de síntoma. Solo con la ayuda de una cámara introducida a través del canal anal para observar el recto (rectoscopia), puede el médico reconocer la hemorroide en este grado.

Grado II de hemorroides
En este estadio, los nudos son mayores y aparecen claramente al aumentar la presión en el ano. Durante la defecación van a ser empujados fuera del ano y después van a volver al interior del conducto anal. Las hemorroides se reducen al interior del ano espontáneamente.

Grado III de hemorroides
En este estadio, las hemorroides “caen” tras la defecación o incluso de forma espontánea fuera del esfínter anal. Se habla entonces de un prolapso. Las hemorroides no van a desaparecer por el canal anal de forma espontánea. El afectado puede empujar las hemorroides con el dedo de vuelta al interior del canal anal.

Grado IV de hemorroides
En este último estadio, las hemorroides están permanentemente fuera del ano y no pueden ser reintroducidas de forma manual (prolapso fijo). En este grado, las hemorroides son visibles siempre. Generalmente, esto lleva a un prolapso anal, en el que, además de los nudos hemorroidales, también sobresale la mucosa hasta dos centímetros por fuera del ano.

Incidencia

Las hemorroides son muy frecuentes. Como la mayor parte de los pacientes con leves molestias en la zona anal no consultan al médico, se desconocen los números exactos. Las estimaciones científicas determinan que más de un 50% de los mayores de 30 años las padecen.

Causas

Las causas de la enfermedad hemorroidal son múltiples. Se crean por la inflamación de los tejidos en los cuerpos cavernosos anales. Esto sucede fundamentalmente cuando esta zona es sometida a presión. Esto puede ocurrir, por ejemplo cuando se sufre estreñimiento crónico o cuando es necesario ejercer mucha fuerza al defecar.

Otros factores que favorecen el desarrollo de hemorroides son los siguientes:

Debilidades congénitas de los tejidos que lleva a la debilitamiento del esfínter
Una ocupación que implique estar la mayor parte del tiempo sentado
Sobrepeso
Embarazo
Síntomas

En las hemorroides, los síntomas van a depender del grado. Para ser exactos debemos hablar de enfermedad hemorroidal, ya que las venas hemorroidales pertenecen a la anatomía normal de las personas. Solo cuando estas venas se ven engrosadas aparecen los síntomas y entonces sí se produce la enfermedad hemorroidal.

Hemorroides grado I

El botón hemorroidal no puede ser visto desde el exterior y no siempre aparecen síntomas.

Dado que la mucosa anal por encima de la unión anorrectal no posee sensibilidad, muchas personas con hemorroides de este grado permanecen asintomáticas. Los afectados notan habitualmente síntomas ocasionales, como aparición de sangre en las heces o en el papel higiénico; alguna vez también por picores en la zona anal.

Hemorroides grado II

Las dilataciones en forma de nudo en el recto son mayores, saliendo de forma ocasional por fuera del canal anal. Puede aparecer dolor, que se origina en la piel sensible del canal anal. Más síntomas en este estadio son, por ejemplo, los siguientes:

Sangrados indoloros al defecar, que bien aparecen con las deposiciones o en forma de gotas.
Quemazón, picor, piel inflamada y enrojecida y exudado de la zona anal.
Aparece una sensación de vaciado rectal incompleto tras la defecación y, en ocasiones, sensación de cuerpo extraño.
Si las hemorroides aparecen en el canal anal, estas pueden quedar atrapadas, lo que se denomina incarceración o estrangulamiento. La consecuencia de esto será un gran dolor. En los vasos sanguíneos se crea, debido a esta incarceración, un atasco de sangre. Debido a esto, la sangre fluye más lentamente en dirección a las venas del cuerpo cavernoso, por lo que se forman trombos que pueden llevar al total bloqueo o taponamiento de estas venas. Debido a esta alteración de la irrigación sanguínea, y si persiste durante un largo periodo de tiempo, el tejido puede necrosarse.

Hemorroides grado III y IV

Las hemorroides a partir del grado III están presentes tras la defecación o a veces, incluso, de forma espontánea en el ano, y así permanecerán si no son tratadas.

Los pacientes desarrollan los siguientes síntomas:

Pinchazos y sensación de comezón en la zona anal
Picor en el ano
Producción de un exudado que mancha la ropa interior
Incontinencia ocasional de heces
Sensación permanente de cuerpo extraño en el canal anal
Sangrados
Dolor
Generalmente, el calor empeora los síntomas de las hemorroides.

Diagnóstico

El diagnóstico de las hemorroides se suele hacer en función de los síntomas que manifiesta el paciente. Aunque los síntomas típicos de las hemorroides, como, por ejemplo, el sangrado con la deposición o el dolor anal, también pueden aparecer en otras enfermedades. Fundamentalmente si aparece sangre con la deposición, el médico deberá descartar la presencia de un tumor maligno de la zona del colon o recto (cáncer colorrectal). Por este motivo, se realiza un tacto rectal de la zona anal. De este modo se palpan lesiones en este área.

Para confirmar el diagnóstico se puede realizar una visualización con una cámara en la zona del ano (proctoscopia) y del recto (rectoscopia).

Las hemorroides inflamadas no tienen que ser tratadas si no producen molestias o estas solo aparecen de forma ocasional. Lo importante es que el médico pueda descartar un tumor maligno en caso de sangrado con la deposición. En este caso, haría falta una visualización de todo el intestino grueso mediante una colonoscopia.

Tratamiento

Las molestias que produce la enfermedad hemorroidal se pueden reducir de forma eficaz si durante el tratamiento el paciente consigue que las deposiciones sean blandas. Esto ayuda a que se puedan eliminar sin mucho esfuerzo. El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas.



Fuente:http://www.onmeda.es/

Comentarios Facebook