Comer productos lácteos es bueno para la salud, o al menos es lo que siempre se nos ha dicho. Sin embargo, la realidad parece más complicada que esto: ¿son realmente necesarios los productos lácteos?
Los peligros de los productos lácteos
Los servicios de marketing de las grandes marcas de la industria láctea tuvieron la inteligencia, hay que reconocerlo, de hacernos creer que la leche y sus derivados eran indispensables.
Para ello nos bombardearon sobre unos cuantos puntos débiles, eslóganes fáciles de memorizar y muchos de ellos referidos a los hijos. ¿Cómo no culpabilizarse privando a los niños de ciertos productos lácteos, cuando éstos son los que aportan los principales elementos saludables como el calcio que ayudan a construir los huesos? ¿Quién podría poner en riesgo la salud de los hijos? Evidentemente, nadie.
Nada demuestra que son eficaces
Sin embargo, ningún estudio independiente ha aportado la prueba real de su eficacia sobre la salud ósea: todos los estudios que venden sus méritos están principalmente financiados por la industria láctea en sí misma.
A la inversa, un hecho es adquirido: son los países donde se consume más leche quienes conocen el mayor número de fracturas y la mayor tasa de osteoporosis. No debemos olvidar que la leche es un producto acidificante, y que el cuerpo debe sacar de sus bases para limitar sus efectos. Sin embargo, estas bases se sitúan concretamente en los huesos, dónde están asociadas al calcio. En lugar de nutrir los huesos, los productos lácteos consumidos en exceso contribuyen a desmineralizarlos.
Los lácteos no son necesarios
No olvidemos que el hombre ha sabido atravesar miles de años con unos huesos que no eran de cristal, y esto sin consumir ningún tipo de leche. El patrimonio genético está formado de tal forma que sabe perfectamente dispensarse de leche, y las tres cuartas partes de la población mundial no la soporta una vez que se ha superado el período de lactancia infantil. Conviene recordar que el hombre es el único animal que continúa bebiendo leche incluso en la edad adulta. Además, se trata de una leche que es de otro animal.
Menos productos lácteos no significa menos calcio
En el imaginario colectivo, una ausencia de productos lácteos nos hace correr el riesgo de sufrir un déficit en calcio; sin embargo, los vegetales también son ricos en calcio, concretamente los vegetales de hoja verde.
Entonces, ¿son los productos lácteos indispensables para la salud? Lo cierto es que no; sin embargo, si te gusta la leche, el yogur o los quesos y quieres consumirlos, tampoco será un perjuicio si lo haces en cantidades moderadas.
Fuente: http://vivirsalud.imujer.com/