– Las emociones de una futura madre generan una energía chi que no solo circula por su cuerpo sino también por el de su bebé. Esto implica que la salud y el bienestar emocional de la madre poseen una importancia vital para el hijo por nacer.
– Para asegurar una energía chi beneficiosa para la madre y el bebé, es necesario que se sienta contenta, segura y relajada.
– Para fomentar pensamientos positivos, distribuye por la casa cuadros y fotografías que te hagan sonreír. También deberías escuchar tu música favorita y ver vídeos que te hagan reír.
– Tener la casa reluciente ayuda a sentirse feliz y a transmitir pensamientos beneficiosos al embrión. El sudoeste está asociado con la maternidad; asegúrate, por lo tanto, de que esta parte de la casa en especial se encuentre limpia y ordenada.
– Para reducir el flujo de energía chi en torno a la casa, usa muchas alfombras, almohadones grandes y telas. El verde pálido, el azul y el crema son colores relajantes, por lo que debes tratar de emplearlos en la decoración siempre que sea posible. Los adornos con formas curvas y ondeadas también aportan energía chi tranquila al espacio, ayudándote a sentirse serena y descansada.
– Para añadir energía chi saludable al ambiente, coloca muchas plantas de hojas verdes. Estas no solo ayudan a purificar el aire sino que el simple hecho de cuidarlas armoniza con la energía chi necesaria para nutrir a un bebé en desarrollo.
– Para incrementar la energía chi relacionada con la crianza, coloca una planta con flores amarillas en un recipiente de arcilla en el sudoeste de la casa.
– Si te sientes frustrada e inestable durante el embarazo, haz la prueba de dormir con la cabeza orientada hacia el sudoeste durante un tiempo.
– Tu bebé puede ser vulnerable a los campos electromagnéticos de alta densidad que son emitidos por los artefactos electrónicos. Es por ello que durante la gestación, una buena idea es mantenerse a cierta distancia de computadoras, televisores, hornos de microondas, fotocopiadoras, secadores de cabello, calefactores eléctricos y frazadas térmicas.
Si el bebé nace en casa
– Si el parto ocurre en la noche, la luz artificial puede molestarte tanto a ti como a tu bebé. Para crear una atmósfera más yin, difusa y relajante, apaga las luces superiores y usa una iluminación más indirecta que se refleje en la pared o el techo. Las luces tenues con pantallas pueden crear un ambiente más tranquilo, mientras que por otro lado, las velas irradian la luz más tenue de todas, y de esta forma crean la atmósfera ideal para el primer contacto de tu bebé con el mundo.
– El rodearse de colores e imágenes que te hagan sentir feliz también refleja frecuencias luminosas diferentes en el campo periférico de energía chi y modifica positivamente la forma en que se sentirás.
– Para mantener la calma, escucha música mientras estás dando a luz. Las ondas sonoras relajarán su energía chi superficial y te ayudarán a permanecer tranquila y a olvidarte del dolor.
– Los masajes en los pies y los tobillos, con particular atención a los dedos meñiques y las áreas sobre los tobillos en la parte interna de la pierna, estimulan los puntos de acupresión que pueden aliviar los dolores de parto.
– Para fomentar el vínculo, prepara tu dormitorio de forma que te haga sentir contenta y descansada.
– La cama debe ser cómoda, la iluminación tenue y las telas, de materiales naturales y colores claros.
– Retira todos los aparatos electrónicos ya que estos podrían generar campos electromagnéticos que pueden perturbar al bebé.
Fuente:http://www.revistabiendesalud.com/
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