jueves, 21 de abril de 2016

EL MISTERIO DEL SÍNDROME DE SAVANT ADQUIRIDO!!!.....CONOCÍAS!!...


51

No sabía leer música y nunca antes había tocado instrumento alguno. Pero un día, después de un golpe accidental en la cabeza, empezó a visualizar una serie de teclas blancas y negras en movimiento, en su mente; al ponerse delante de un piano, sus dedos cobraron vida propia y empezó a tocar como un verdadero virtuoso.


Se llama Derek Amato y ya está grabando su segundo álbum, en el que toca ocho instrumentos diferentes, todos ellos “aprendidos” del mismo modo. En octubre de 2006, Amato estaba de fiesta con unos amigos cuando al zambullirse en el agua se dio un golpe en la cabeza. “Recuerdo que cuando salí a la superficie, los oídos me sangraban”.

En el hospital, le diagnosticaron una contusión grave por la que sufriría una leve pérdida de memoria y un 35% de audición. “Dolores de cabeza frecuentes, una gran sensibilidad a las luces fluorescentes y una ligera pérdida auditiva son el precio que he tenido que pagar por este regalo”, dice.

Hasta que esto le sucedió, este padre de familia de Denver había laborado como relacionista público, profesor de karate y béisbol, y hasta como comerciante, sin encontrar nunca una vocación clara. Durante una temporada, incluso tuvo que dormir en el coche, tras perder su casa. Justo antes del accidente había conseguido un empleo en correos, que tampoco le gustaba. Así que para él, el accidente no es más que un gran milagro. Pero ¿qué le sucede realmente?

Amato sufre un síndrome savant adquirido con sinestesia. El primero consiste en la adquisición de sorprendentes habilidades artísticas y matemáticas tras sufrir un traumatismo cerebral grave, y solo hay 30 casos documentados en todo el mundo. No hay una explicación científica a este fenómeno, aunque algunos expertos aseguran que se produce por una compensación espontánea de una parte del cerebro cuando otra es dañada. Esta puede ser la explicación a que, en el caso de Amato, se le haya unido además una sinestesia que le permite “ver” sonidos. En su caso, notas musicales con las que, además, compone su música. No hay ningún caso como el de Amato en todo el mundo, y según el médico que lo atendió tras el accidente: “Lo que está claro es que “la lesión en la cabeza cambió su química cerebral”.

En 2007, la Asociación de Artistas Independientes de EEUU le concedió el premio al Artista Revelación del Año. Además de tocar, Amato compone música y colabora a menudo en conciertos de apoyo a personas con lesiones cerebrales graves que, como él mismo dice, no han tenido tanta suerte como él.

 5 PERSONAS QUE SE CONVIRTIERON EN GENIOS TRAS GOLPE EN LA CABEZA

Mientras que un golpe en la cabeza puede ser fatal para algunos, para otros resulta un verdadero “golpe de suerte”. A continuación algunos casos sorprendentes.

    1. Jason Padgett

 A los 31 años de edad, Jason era empleado en la mueblería familiar, no había terminado sus estudios y le encantaba la “parranda”. Luego, la mueblería fue asaltada, durante el robo Jason recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente. Pero no todo fue tragedia, cuando el hombre despertó se había convertido en un genio para las matemáticas y la física, materias que antes detestaba.

Jason fue diagnosticado con síndrome de savant (síndrome del sabio) o savantismo, en el que lesiones cerebrales convierten a personas antes normales, en genios matemáticos, creativos artistas plásticos o músicos virtuosos. De hecho, ahora a sus 41 años, Jason es de las pocas personas capaces de dibujar fractales a mano.


   2. Orlando Serrell

 Otro es el caso de Orlando, quien recibió un duro pelotazo en la cabeza a la edad de 10 años. En ese entonces, el niño no contó nada a sus padres, y por lo tanto, no recibió atención médica adecuada. Durante más de un año sufrió intensos dolores de cabeza.

Ahora a sus 44 años de edad, Orlando ha descubierto que tiene “memoria calendárica”, recuerda todo lo que pasó tal o cual día de la semana, y sabe perfectamente en que día caerá tal o cual fecha, o en qué día cayó. Por ejemplo, puede decir cuántas veces el 12 de marzo ha caído en jueves. “Era viernes. Estaba lloviendo y pedí una pizza con salchicha y Pepperoni de Domino’s”, recordó Orlando sobre el 11 de febrero de 1983.

 3. Tony Cicoria

 Tony era cirujano ortopédico hasta que fue alcanzado por un rayo mientras caminaba por un parque en 1994. Afortunadamente, una enfermera estaba cerca y tras darle los primeros auxilios, le salvó la vida. Pero poco después algo raro pasó en la vida de Tony, empezó con una compulsión inexplicable por escuchar música clásica, para luego imitarla y tocar. Aunque nunca antes había aprendido a tocar instrumento alguno.

Tony, ahora de 62 años de edad y residente de Nueva York, dice que sólo le tomo un par de semanas aprender a tocar el piano, ahora no puede dejar de hacerlo.

  4. Ben McMahon
Para desgracia de sus padres, Ben sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en estado de coma; pensaron que nunca se recuperaría. No obstante, semanas más tarde Ben despertó y ese no fue el único milagro, ahora habla mandarín.

Ben, de 22 años de edad, dice que al despertar vio a una enfermera de rasgos orientales y pensó que estaba en China, entonces intentó hablar mandarín, que había estudiado muy poco en la escuela; la sorpresa es que empezó a hablar como si fuera nativo.

Gracias a su recién adquirida habilidad, Ben ahora labora como guía de turistas chinos en Australia, pero además conduce un exitoso programa de televisión dirigido a chinos residentes en esa enorme isla.

 5. Daniel Tammett

 A la edad de 3 años, Daniel sufrió un terrible ataque epiléptico tras el cual comenzó a obsesionarse con cálculos complicados. A lo largo de su educación, Daniel recibió varios premios, pero nada extraordinario. Fue hasta que cumplió 25 años de edad, cuando diagnosticaron a Daniel con síndrome del savant.

Daniel puede llevar a cabo cálculos con un impresionante grado de precisión. Para darles un ejemplo, recitó “Pi” con 22 mil 514 decimales de memoria y “de corrido”; tardó 5 horas y 9 minutos en hacerlo. También habla 10 idiomas, incluido el islandés que aprendió durante una entrevista en televisión.

Ahora, a los 35 años de edad, Daniel cuenta que cuando hace cálculos ve un par de formas en su mente, de las que surge una tercera, la respuesta. “Es ingeniería mental. Es como hacer matemáticas sin tener que pensar”, confiesa el genio.

 Explicando el síndrome de savant adquirido

Curiosamente, no todos aquellos que poseen o sufren el síndrome de savant nacieron así. Hasta la fecha se conocen varios casos de personas que tras un hecho determinante en su vida, despertaron siendo savants y así siguieron en los días sucesivos. Uno de esos casos: Alonzo Clemons, el escultor sabio. Alonzo sufrió una lesión cerebral en su infancia que lo dejó con un coeficiente intelectual de 40 a 50 (los valores medios normales de coeficiente intelectual están entre 90 y 109), pero con una gran habilidad de esculpir animales a la perfección de memoria. Otros savants repentinos desempeñan con destreza sus nuevas habilidades adquiridas en arte o música; como Anthony Cicoria, un cirujano ortopédico que a los 42 años fue alcanzado por un rayo en un día de tormenta mientras colgaba el teléfono de una cabina. Poco después de recuperarse, notó que tenía una necesidad imperiosa de escuchar música de piano clásica, y al poco tiempo estaba convirtiendo las notas que sonaban en su cabeza en armoniosas melodías sin haber estudiado antes nada de música.

Lo que le pasó a Tommy McHugh es que, tras sobrevivir milagrosamente a un fuerte aneurisma, nació en él un ansia incontrolable de crear. Empezó escribiendo poesía y luego comenzó a pintar y a pintar sin descanso, llenando de bonitos dibujos todas las paredes, suelos y hasta el techo de su casa. Es tal su obsesión, que al día emplea 18 horas pintando. Incluso ha abierto una galería de arte para poder costearse su nueva afición y dar a conocer su obra.

Un caso muy conocido y curioso es el de Orlando Serrell. Tras un pelotazo en el lado izquierdo de la cabeza jugando a baseball a los diez años, desarrolló una memoria de calendario impresionante. Además, al mismo tiempo se dio cuenta de que era capaz de acordarse perfectamente del estado del clima cada día tras el accidente. Una habilidad, sin lugar a dudas, interesante y útil para planear las vacaciones.

 ¿Se esconde la respuesta en el lado izquierdo del cerebro?

Lo más interesante de los casos de savant adquiridos o repentinos es que nos dan claves para comenzar a investigar y encontrar respuestas como el por qué algunas personas pueden realizar semejantes tareas, impensables para nosotros.

El Dr. Darold Treffert en Wisconsin, fascinado por estas habilidades y ferviente creedor de que en todos nosotros se esconde un savant, lleva 40 años tratando diariamente a personas con este síndrome, y además, es líder mundial en la búsqueda de una explicación a esta condición. Ha escrito dos libros (Extraordinary People e Islands of Genius: The Bountiful Mind of the Autistic, Acquired and Sudden Savant) en los que nos acerca a esta condición tan fascinante. Además, participó como consultor en la película Rain Man. Según el Dr. Treffert, hasta que no entendamos del síndrome de savant,  no podremos comprender nuestra mente y la memoria.

En los años 90, el Dr. Treffert creó una página web (www.savantsyndrome.com) en la que ha ido recopilando todos los casos de savant que ha estudiado durante más de cuarenta años. Esta página ha sido el puente que necesitaba para contactar con gente que le presenta nuevos casos de familiares o gente cercana y con investigadores con los que puede cambiar impresiones y avanzar hacia una mejor comprensión de esta condición.

El Dr. Treffert nos cuenta en una entrevista concedida a Shrink Rap Radio como todos los datos compilados tras observar aproximadamente a unos 350 savants junto con los resultados de los escáneres realizados a algunos de sus pacientes, le han llevado a concluir que lo que sucede es que, al estar una parte del cerebro dañada, la otra parte se reprograma y recluta para ello capacidad cerebral que hasta entonces permanecía sin usar, despertando así capacidades latentes que habían permanecido escondidas. Generalmente, tiende a estar dañado el hemisferio izquierdo y es el hemisferio derecho el encargado de compensarlo. Este es el caso de los pacientes autistas y de otros como Orlando Serrel, el savant adquirido tras recibir un pelotazo en el lado izquierdo de su cabeza.

El Dr. Bruce Miller en la Universidad de California en San Francisco, está llevando a cabo otros estudios que acompañan esta teoría. El Dr. Miller trata con pacientes con demencia frontotemporal y ha observado como algunos de ellos desarrollan en el curso de la enfermedad habilidades savant, tales como el interés repentino por el arte o la música. Los escáneres realizados en el cerebro de estos pacientes muestran una baja presión sanguínea o baja actividad metabólica en el lóbulo temporal izquierdo, por lo que pierden sus habilidades lingüísticas (hablar, leer o escribir), mientras que preservan las habilidades relacionadas con la parte derecha, encargada del procesamiento visual y espacial.

Parece ser que todos poseemos un pequeño savant dentro de nosotros esperando despertar. Pero… ¿sólo una lesión en el cerebro, bien sea congénita o accidental, sería necesario para sacarnos de nuestro sueño? Entonces tendremos que elegir entre poder vestirnos o ser una gran enciclopedia humana, como Kim Peek, o entre poder hablar y esculpir una figura en cinco minutos como Alonzo Clemons. La respuesta aún no existe y expertos como el Dr. Treffert, el Dr. Miller o el Dr. Allan Snyder en Australia, siguen estudiando con la esperanza de que algún día sea posible avivar nuestro pequeño genio escondido.




Fuente:http://www.revistabiendesalud.com/

Comentarios Facebook