Seguramente has escuchado sobre los múltiples beneficios de los antioxidantes, sustancias que se encuentran en alimentos como los arándanos, frutos secos, legumbres o la soya. Sin duda uno de los más importantes sería el de combatir el cáncer; por esta razón y muchas más, los amamos.
Tiene lógica que los antioxidantes puedan prevenir el cáncer, dado que poseen la capacidad de combatir los radicales libres que se producen en nuestro cuerpo, que son los encargados de dañar las células, el ADN y pueden conducir a dicha enfermedad; sin embargo, a pesar de que muchas investigaciones indican lo anterior, existe una nueva teoría por parte de un equipo en la University of Texas Southwestern Medical Center, que revela que los antioxidantes podrían empeorar el desarrollo de cáncer.
¿A qué se debe?
Los investigadores tomaron células de cáncer de piel en humanos y las inyectaron en ratones. Posteriormente a algunos de los roedores les administraron altas dosis de antioxidantes.
Después de realizar análisis, los científicos encontraron que en los ratones que recibieron la dosis de antioxidantes, el melanoma se esparció a otras partes del cuerpo de forma mucho más rápida que en los que no fueron suministrados con nada, lo que hace más mortal a la enfermedad.
Todo indica, según los investigadores, que los antioxidantes pueden ayudar a mantener a las células cancerígenas vivas en su paso por los vasos sanguíneos, lo que aumenta sus posibilidades de formar un nuevo tumor en otra parte del organismo (lo que en términos científicos se conoce como metástasis).
Aunque la respuesta parecería ser no, la realidad es que las investigaciones aún no logran ponerse de acuerdo. Por ejemplo, un ensayo aleatorio de selenio (un tipo de antioxidante) en personas con melanoma, demostró una reducción significativa en el padecimiento, y la mortalidad por cáncer en varios órganos, incluyendo el colon, pulmón y la próstata.
No está todo perdido
Si bien ya conocemos un poco más de lo que las investigaciones indican, es importante que tomemos en cuenta que la lucha contra el cáncer requiere de varias acciones, entre ellas llevar una dieta saludable, en la cual sí puedes incluir alimentos naturales ricos en antioxidantes.
“Existe una diferencia entre comer saludablemente y tomar píldoras con enormes dosis de antioxidantes. Si tú estás recibiendo antioxidantes de los alimentos, se produce una liberación lenta en tu cuerpo. Si tomas píldoras, entonces obtienes una explosión con efectos muy diferentes”, explica el investigador principal del estudio, Sean Morrison.
Así que mientras se ponen de acuerdo los científicos, lo mejor que puedes hacer es incluir en cantidades moderadas alimentos como frambuesas, fresas, brócoli, tomates, zanahorias, uvas e inclusive chocolate amargo.
Fuente: http://www.imujer.com/
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